viernes, 18 de abril de 2014

Tenía tus iniciales tatuadas en mi cuerpo antes de conocerte


Siento que jamás podre decirte lo que realmente pasa en mi cabeza… Que aunque sí lo hice, sí te dije mis ideas y mis pesares, jamás te dije esto, y lo peor del caso es que lo sabes, después de todo eras mi terapeuta y te pagaba para que me forzaras a decirte lo que siempre calle y nunca me obligaste a decir. Ahora, con el paso de los años me doy cuenta que fui una completa idiota al pensar que me harías decirte cuanto te sentía, cuánto te veía, cuanto te saboreaba, cuanto te soñaba, cuanto te tocaba, cuanto te deseaba… En fin, cuánto me correspondías; o al menos eso quería creer.